En los campamentos de población refugiada saharaui en Tindouf, Argelia, el volumen de residuos generados se ha ido incrementando exponencialmente en los últimos diez años, asociado al proceso de asentamiento, al crecimiento poblacional, al aumento de residuos generados por la ayuda humanitaria y a la mejora de las infraestructuras y comunicaciones que ha permitido que en pocos años cada campamento disponga de uno o dos mercados de alimentos, tiendas de ropa, talleres mecánicos y otros negocios minoristas.

El asentamiento de la población saharaui, tradicionalmente nómada, ha provocado un cambio en las pautas de la población que, hasta hace poco más de una década, consumía productos a granel sin envases plásticos como el azúcar, el arroz o las legumbres. En la actualidad, prácticamente todos los productos que consumen vienen envasados, por lo que el plástico ha inundado las calles y los alrededores de los campamentos generando multitud de problemas como la pérdida de animales domésticos para el consumo humano por ingesta de plástico, el aumento de zonas de acumulación de residuos incontrolados, de insectos cerca de las zonas habitadas y del número de accidentes de niños y niñas por contacto con residuos sólidos en espacios públicos.

Desde 2007, en los campamentos existe un sistema de recogida y tratamiento de residuos que funciona a pesar de la precariedad de recursos técnicos, materiales y económicos de los que dispone. Y en cada distrito y barrio, el Sistema de Gestión de Residuos dispone de una persona responsable de la coordinación del servicio que organiza la recogida casa por casa. El 90% las personas responsables de la recogida son mujeres, un total de 29 responsables del servicio, una por cada distrito, y 116 para el mantenimiento de los barrios, una por cada barrio.

Hasta la implementación del Sistema de Gestión de Residuos en el año 2007, tanto los animales muertos como los residuos urbanos eran depositados y quemados a las afueras sin ningún control, de forma dispersa y ocupando grandes áreas. Actualmente, los residuos son trasladados a vertederos instalados a una distancia aproximada de 6 km de las zonas habitadas y se realiza una quema controlada para su correcta eliminación. Los restos y materiales que no arden, así como los metales, se acumulan en los muros del vertedero fortaleciendo sus paredes.

Ante las complejas condiciones de habitabilidad, mejorar las condiciones de salubridad e higiene es el objetivo del proyecto Mejora de la prestación de servicios básicos de saneamiento ambiental en los campamentos de población refugiada saharaui a través del refuerzo del sistema de gestión de residuos sólidos urbanos a nivel local que estamos llevando a cabo en la zona financiado por la Diputación de Granada*. El proyecto da continuidad al trabajo que el Movimiento por la Paz - MPDL realiza junto al Ministerio de Agua y Medio Ambiente (MIAMA) en el proceso de descentralización y gestión de los servicios de recogida de residuos para poder dar cobertura a toda la población y a su vez mejorar las herramientas de las personas responsables de la recogida de residuos. El buen funcionamiento del servicio proporcionará a toda la población de los campamentos un entorno ambientalmente saludable, además de beneficiar la salud de los animales destinados al consumo humano.

Otro aspecto importante que abordamos es la sensibilización de la población para un cambio de hábitos más respetuoso con el medio, trabajando sobre la reducción de la utilización de bolsas plásticas de un solo uso tanto con los clientes como con los mercados.

El Movimiento por la Paz trabaja en los campos de población refugiada saharaui desde 1993, principalmente en ayuda humanitaria, enfoque de género, rehabilitación de infraestructuras y apoyo a colectivos saharauis con necesidades especiales, como jóvenes y personas discapacitadas. En 2006 comenzamos a trabajar en el sector de la protección del medio ambiente y saneamiento ambiental, momento el que las autoridades saharauis hicieron partícipe a la organización de la problemática ambiental generada.

* El proyecto ha sido aprobado por la Diputación de Granada en su Convocatoria de 2017 Programa Provincial de Apoyo Económico a Proyectos de Cooperación Internacional al Desarrollo de ONGDs y Entidades Sin Ánimo de Lucro