Justicia fiscal para la distribución de la riqueza
Para redistribuir la riqueza hace falta reforzar los marcos reguladores de las Haciendas Públicas con leyes justas.
La tributación de las sociedades mantiene una tendencia decreciente generada por la bajada de los tipos impositivos sobre los beneficios y por los crecientes incentivos fiscales que les permiten reducir el importe de sus impuestos. Hay una carrera competencial entre los países por ver quién recaudada menos para atraer a las inversiones extranjeras. Mientras, las compañías ajustan sus balances para situar las ganancias allí donde menos han de pagar a Hacienda.
Son muchas las grandes empresas y fortunas particulares que, de manera creciente, colocan su dinero en paraísos fiscales y obtienen en ellos sus fuentes de capital. Movimientos de capital y fraudes fiscales se ocultan así a las Haciendas Públicas y merman considerablemente sus recaudaciones.
Para redistribuir la riqueza hace falta reforzar los marcos reguladores de las Haciendas Públicas con leyes justas que propicien el aumento de los pagos tributarios de las sociedades, eviten la evasión fiscal, erradiquen los paraísos fiscales y establezcan nuevas fuentes de recaudación mediante la implantación de un impuesto sobre las transacciones financieras. La equidad y la justicia son fundamentales en la lucha contra la pobreza.