La mayoría de las mujeres nos ocupamos de actividades rurales, y el comercio de cereales es una de nuestras principales fuentes de ingresos. En años cuando la cosecha es mala, durante meses no tenemos nada con lo que alimentarnos. Por eso, también nos dedicamos al cultivo de hortalizas, para diversificar nuestras fuentes de ingresos y de alimentación. Trabajamos duro, junto con organizaciones como el Movimiento por la Paz, para mejorar esta labor.