En una región permanentemente marcada por el conflicto, nos implicamos con uno de los colectivos más vulnerables entre los vulnerables: las personas refugiadas con discapacidad. Ya sean de origen palestino o sirio, estas personas se enfrentan a numerosos obstáculos que les imposibilitan moverse, trabajar o estudiar, por ejemplo. Que les impiden, en definitiva, ejercer su ciudadanía en las comunidades en que viven.
La llegada masiva de población refugiada siria (620.000 personas) está representando una crisis humanitaria sin precedentes en el país. Leer más...
Líbano vive en una permanente inestabilidad social y política que afecta negativamente al acceso a derechos fundamentales de su población. Leer más...
Palestina vive una situación muy complicada en la que el día a día está marcado por las escasas oportunidades económicas, el bajo nivel educativo, la falta de recursos para la infancia y la juventud, entre otros.. Leer más...
En Jordania, también prestamos apoyo a las personas con discapacidad para reclamar sus derechos y ejercer su ciudadanía plenamente. Además, nos implicamos en el fortalecimiento de las organizaciones civiles, como representantes de la ciudadanía.
En Líbano, facilitamos el ejercicio de sus derechos a las personas con discapacidad, especialmente a refugiadas palestinas y sirias, mediante formación, acceso a un empleo o adaptación de edificios.
Por último, en Palestina colaboramos con instituciones públicas, ONG y personal médico para mejorar la prevención y atención temprana de la discapacidad, así como para impulsar los derechos de las personas con discapacidad.
Desde el Movimiento por la Paz-MPDL y a través del programa del Sistema Nacional de Acogida e Integración de Personas Solicitantes y Beneficiarias ... leer más
Veinte años después se vuelve a la casilla de salida, pero con miles de vidas destruidas, y numerosas esperanzas arruinadas, todo este tiempo ¿par... leer más
Desde enero de 2018, el Movimiento por la Paz –MPDL–, junto con Palestinian Working Woman Society for Development (PWWSD), lleva a cabo un proyec... leer más
Desde 2002, luchamos por los derechos de los colectivos en situación de mayor vulnerabilidad en Jordania, trabajando en la promoción y defensa del ... leer más
Vivo en una zona muy alejada de Beirut donde el acceso a servicios básicos siempre ha sido muy limitado. Al haber sufrido la polio de pequeña entiendo mejor los obstáculos a los que se enfrentan las personas con discapacidad. La educación es el remedio. Asistí a una formación del Movimiento por la Paz y ahora mi trabajo consiste en hacer un seguimiento en casa a personas con discapacidad. Por ejemplo, enseño técnicas de rehabilitación básicas en el hogar, sobre todo a mujeres, sobre quienes recae la responsabilidad de cuidar a los menores.
Samah BekaeiRefugiada palestina. Trabajadora de Rehabilitación Comunitaria en el Valle de la Bekaa (Líbano)
Los derechos de las mujeres en Palestina no se respetan por sistema, especialmente los derechos de las mujeres con discapacidad y los de aquellas que viven en las zonas más deprimidas. Te sientes doblemente discriminada: por mujer y por persona con discapacidad. Edificios tan esenciales como escuelas y hospitales no están adaptados, no se fomenta que nos contraten, no hay dinero para medicación…
Samia Reziq Jaber Shalalde39 años. Vive en Sa’aeer (Hebrón). Desempleada.
A menudo, las personas con discapacidad sufren numerosas formas de rechazo. No disponen de las mismas oportunidades para acceder al sistema educativo, al mercado laboral, etc. La estigmatización social a la que son sometidas se convierte en una forma de violencia estructural. No obstante, muchas cosas han ido cambiando progresivamente gracias a los proyectos del Movimiento por la Paz y la comunidad ha adquirido conciencia de que este colectivo debe tener las mismas oportunidades que cualquier otro vecino del pueblo.
Tahani Al FataftahTrabajadora de Rehabilitación Comunitaria en Tarqumia (Cisjordania)
Mi hija tiene tres años y es autista. Tuvimos que huir de Siria hace más de dos años por el conflicto. Mi marido no tiene permiso de trabajo en Jordania y yo dedico todo mi tiempo al cuidado de la niña. No tenemos ingresos y subsistimos con lo que podemos desde hace algunos meses. Nos enteramos de que en el campo de refugiados de Zarqa existía un Centro de Rehabilitación. Llevamos viniendo varias semanas y estamos muy contentos porque mi hija recibe tratamiento gratuito y participa en actividades enfocadas a desarrollar su mermada interacción social. Poco a poco, empieza a responder a estímulos y está menos agresivo.
NuraRefugiada siria
