Garantizamos las necesidades los derechos esenciales de migrantes vulnerables.
De acuerdo a los datos de Naciones Unidas, en 2013 ascendía a más de 51 millones el número de personas desplazadas forzosamente en el mundo. En ese mismo año, en España solicitaron protección internacional 4.502 personas y 7.472 entraron a través de las costas de Ceuta y Melilla. Miles de personas en situación de extrema vulnerabilidad y cuyos derechos han de ser garantizados por el Estado de acogida.
El Programa de Acogida a Inmigrantes en Situación de Vulnerabilidad está orientado a garantizar la cobertura de necesidades básicas de alojamiento y manutención a personas migrantes en situación de vulnerabilidad debido al deterioro físico y /o a la carencia de apoyos sociales, familiares y medios económicos, llegadas a las costas españolas o que formen parte de asentamientos que comporten graves riesgos sociales.
La asistencia cubre un máximo de seis meses; esta acogida se complementa con un proyecto individualizado de intervención encaminado a apoyar el proceso de integración de los/as usuarios/as.El perfil de los/as usuarios/as está determinado por su situación de vulnerabilidad, entendida ésta como al proceso por el cual una personase está en riesgo de padecer exclusión social.
Hemos resumido las situaciones de vulnerabilidad en las siguientes: la carencia, fragilidad o saturación de las redes sociales de apoyo; enfermedades físicas; enfermedades mentales; discapacidades; desconocimiento del medio; carencia de autorización de residencia o trabajo; sin documentación identificativa; sin recursos económicos; sin alojamiento; infravivienda o hacinamiento; víctimas de violencia de género; situaciones de exclusión social y marginalidad; familias monoparentales; familias numerosas; mujeres embarazadas; jóvenes de entre 18 y 23 años, y mayores de 50 años.
Habla Nuestra gente
Cuando hablamos con personas que ya han llegado a España, nos cuentan lo fácil que es conseguir dinero, pero no dicen nada de las dificultades. En nuestros países empujan a niños y jóvenes a salir porque sólo se da valor al trabajo, no a la formación. Es una forma complicada de hacerse mayor. En el piso de acogida hay personas que nos apoyan. Necesitamos acceder a formación, como aprender español, y procesos de integración real, porque es fundamental para que la sociedad nos entienda.