Yo era lideresa en mi comunidad, pero por vergüenza no era capaz de contarle a nadie sobre la violencia sexual que sufría a manos de un pariente paramilitar. La campaña de MPDL contra la violencia sexual me ayudó muchísimo. Aprendí sobre los derechos de las mujeres y que podemos hacer lo que nos propongamos. Lo comenzamos a hablar en la comunidad. Me fui fortaleciendo poco a poco, y finalmente llamé a la psicóloga para contarle lo que había pasado y me quité una carga muy pesada.

S. C.Campesina, lideresa comunitaria y víctima del conflicto armado