El Movimiento por la Paz -MPDL- ha mantenido una presencia constante y activa en Guatemala desde el año 1996, tras la firma de los Acuerdos de Paz, con el objetivo primordial de defender el respeto de los Derechos Humanos y promover una Cultura de Paz en el país.
Desde entonces, la prioridad de la actuación de la organización ha sido contribuir a la estabilidad social, económica, jurídica e institucional del país, como elemento imprescindible para la construcción de la Paz.
Tras la emergencia provocada por el paso del Huracán Mitch en 1998 la organización centró sus esfuerzos en proyectos de reconstrucción. Una vez superada la fase de ayuda humanitaria, el Movimiento por la Paz -MPDL-, continuó con la ejecución de programas y proyectos de cooperación para el desarrollo con el común denominador de tener a las poblaciones más vulnerables y excluidas del desarrollo como sus principales beneficiarias (población indígena, niños y niñas, mujeres y jóvenes).
Durante estos años se han trabajado de manera estratégica ejes transversales como el de la equidad de género, la convivencia pacífica, la interculturalidad, la comunicación para el desarrollo y el medio ambiente.
Actualmente, la actuación de la organización prioriza el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática, la erradicación de la violencia contra las mujeres y la consolidación de la Paz como ejes centrales de su estrategia de desarrollo, con la que se pretende contribuir a mejorar la grave situación de inseguridad e impunidad que afecta al país.
El fortalecimiento de las instituciones democráticas y el apoyo a la descentralización, el acceso de las víctimas de violencia a su reparación integral, el fomento de mecanismos de participación de la sociedad civil para que sus demandas de seguridad, promoción de DDHH y acceso a la justicia sean atendidas y la visibilización de la conflictividad con enfoque preventivo constituyen los desafíos a los que nuestra organización se ha sumado para continuar el compromiso de consolidación de la construcción de una Paz firme y duradera.
Gobierno y Sociedad Civil
- Fortalecer a las organizaciones locales y sus capacidades de diálogo, coordinación y articulación con las instituciones vinculadas con la seguridad, la justicia y la promoción de los Derechos Humanos, así como apoyar y promover la participación efectiva de la sociedad civil en el diseño e implementación de políticas públicas, a nivel local y nacional, desde un enfoque preventivo. La finalidad es apoyar los procesos de prevención de la violencia y Construcción de la Paz, garantizando el respeto de todos los Derechos Humanos que Guatemala se comprometió a respetar y garantizar a partir de la firma de los Acuerdos de Paz.
- Promover acciones orientadas a favorecer el acceso de las víctimas de violencia a la seguridad y la justicia, con el fin de garantizar el derecho a una atención, protección y reparación integrales.
- Visibilizar la violencia, inseguridad e impunidad que sufre el país y lo que esta situación significa para la población guatemalteca y las víctimas de violencia e informar y sensibilizar sobre este aspecto a muy diversos públicos, tanto en Guatemala como en España.
Promoción de la igualdad de oportunidades
- Promocionar acciones encaminadas al empoderamiento de la mujer, reivindicando su papel fundamental en la construcción de la paz y la generación de su desarrollo social, laboral, económico y político.
- Apoyar el reconocimiento y desarrollo de los derechos de los pueblos indígenas, especialmente de las mujeres indígenas.
- Apoyar la mejora de las condiciones de la infancia y juventud que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad ante la violencia para contribuir a su protección integral.
Promoción de la Educación y Capacitación en Resolución Pacífica de Conflictos y Cultura de Paz
- Crear espacios de debate, reflexión y participación sobre la promoción de una Cultura de Paz y dotar a la ciudadanía guatemalteca de las herramientas necesarias para la puesta en marcha de iniciativas que fomenten la Paz entre las personas y los pueblos.
- Promover una ciudadanía comprometida con la construcción y la promoción de Paz, a través de procesos educativos y de capacitación, que transmitan conocimientos y promuevan actitudes y valores generadores de una Cultura de Paz y solidaridad.
Habla Nuestra gente
Es importante la implicación de todos y todas en la comunidad para mejorar la educación. Todo cambio es difícil pero innovar en metodologías y planificar de acuerdo a las capacidades del alumnado requiere mucha disposición del equipo docente. Desarrollo mi trabajo a través de una metodología participativa y creativa, con actividades que me permitan despertar en mis alumnos y alumnas sus ideas, la capacidad de análisis y de opinión, que practiquen el respeto y dialoguen, que se sientan bien y que planifiquen su futuro a través de un proyecto personal.
Nuestro mayor reto es que las mujeres indígenas conozcamos nuestros derechos: a formarnos, a la salud, a decidir sobre nuestros embarazos, a vivir sin violencia, a manejar nuestros ingresos. La visión de la mujer es mucho más integral. Los hombres identifican desarrollo con construir puentes, salones o carreteras; para las mujeres el desarrollo pasa por la salud de los niños, de las mujeres embarazadas, la educación de los hijos e hijas. Es decir, nuestras propuestas responden a necesidades y problemas reales.
En un país como Guatemala, en el que se ha vivido hasta hace muy poco un conflicto armado, es necesario que los más jóvenes interioricen conductas de convivencia pacífica. Y el lugar más efectivo para hacerlo es la escuela, donde tratamos de superar el modelo tradicional y formar personas tolerantes, justas y pacíficas. Para ello, generamos materiales de educación y Cultura de Paz, acompañamos al profesorado, trabajamos con las y los estudiantes e implicamos a las autoridades públicas.
Las Poderosas de Sololá somos un grupo de mujeres víctimas de violencia machista que decidimos crear una pequeña compañía de teatro. A través de nuestros ensayos y representaciones hicimos un trabajo de reflexión e investigación sobre lo que habíamos vivido y ahora somos mujeres sanas, somos poderosas. Con nuestras obras intentamos transmitir un mensaje para que tanto las mujeres como toda la comunidad (hombres, jóvenes, etc.) protagonicen un cambio y, entre todas y todos, conseguir que los hogares, las escuelas, los trabajos, etc. estén libres de violencia hacia la mujer.