En el Día de Europa, a un mes de las Elecciones Europeas, nos sumamos a las campañas y acciones de movilización del voto el 9 de junio para avanzar hacia una Europa que ilusione: un proyecto europeo común que cuide la democracia y que ponga la vida de las personas y la paz en el centro. Parte del rumbo de Europa en los próximos años está en manos de la ciudadanía europea con derecho a voto. Hagamos uso de este derecho.

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Y ahora, ¿a dónde vamos? Parafraseando el título del film de Nadine Labaki, es una cuestión que sobrevuela el momento histórico actual, un mundo en transición todavía no sabemos hacia dónde.

En este contexto, donde se entrecruzan distintas crisis globales que afectan directamente a la vida de las personas y no dejan vislumbrar otros futuros mejores posibles, la incertidumbre, la falta de esperanza, el miedo y el distanciamiento de buena parte de la ciudadanía europea se hacen evidentes en diversos ámbitos, incluyendo la participación social y política.

Es en esos huecos y espacios donde el populismo y el negacionismo consiguen llegar a muchas personas, dando soluciones simples a problemas muy complejos. O donde surgen el bloqueo y el distanciamiento: cuando algo es tan complicado que parece inabarcable aparece la inacción. La desilusión y el desencanto ante un sistema que parece que todo lo engulle. Todas ellas son personas con nombres y apellidos, probablemente nosotras mismas o de nuestros propios entornos, que han llegado ahí por un sinfín de motivos personales, políticos, sociales, económicos y estructurales.

Y en este contexto, complejo y nada fácil, se nos convoca a la ciudadanía de la UE a votar el 9 de junio para encaminarnos hacia la Europa que queremos. En un mundo en transición, es una cita importante para decantar el timón de la UE, hacia un lugar con mayores y mejores democracias o hacia su contrario. Pase lo que pase, será un proyecto europeo que marcará el devenir de los próximos años. El 9 de junio, fortalecer los logros vinculados a los derechos, la diversidad y la igualdad, está en manos de la ciudadanía europea con derecho a voto. Hagamos uso de este derecho.

En el Movimiento por la Paz -MPDL- esperamos que el proyecto europeo común resultante de estas elecciones europeas ponga a las personas, al planeta y a la paz en el centro:

La paz en el centro de las políticas de la UE

Una UE no bunkerizada ni militarizada

Un proyecto europeo que garantice una vida digna: las personas en el centro

Una UE que garantice la igualdad, la diversidad y los derechos: una UE de todas.

Una UE acogedora, solidaria e igualitaria, que incluya a las personas migradas y refugiadas con un enfoque de derechos humanos.

Una UE que apueste por una transición justa a nivel medioambiental, social y económico, con una coherencia de políticas en favor del desarrollo justo y sostenible

Un proyecto común europeo que favorezca la participación activa de la sociedad civil como garantía de una plena democracia.

Una UE que actúe en el mundo con una propuesta de paz y de defensa de los derechos humanos.