Tania Higueras

"No hay nada más satisfactorio que ver cómo las personas quieren sacar lo mejor de sí mismas y salen adelante cada día con ayuda de todos"

Tania Higueras es voluntaria de Movimiento por la Paz –MPDL- en el Programa de Acogida Temporal y Atención Integral a personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional. Para Tania, el voluntariado no solo impacta a las personas que reciben este acompañamiento, sino que también transforma a la persona voluntaria, cambiando su percepción del mundo y de sí misma.


En esta entrevista habla de todo lo que ha aprendido a valorar en su experiencia como voluntaria y de la importancia de sembrar granos de acción para transformar la sociedad.

¿Qué es para ti el voluntariado transformador?

Opino que empieza a ser transformador desde que una como voluntario se da cuenta que vale la pena el tiempo invertido y no hablo de ver resultados solo en la demás personas sino cuando una mismo empieza a transformar su manera de ver las diferentes situaciones, cuando una es más consciente de cómo las pequeñas e “insignificantes acciones” pueden transformar la vida de los demás y la de sí misma, empieza una a querer mejorar para seguir realizando ese acto transformador como lo es el voluntariado.

¿Cómo crees que el voluntariado transforma la sociedad?

Cuantas más personas se van sumando a ayudar sin querer o esperar absolutamente nada a cambio, ya se convierte en un estilo de vida y un compromiso consigo misma. Una no le puede pedir a la sociedad que mejore o cambie, pero sí puede sembrar granos de acción que se pueden ir replicando en muchas más personas para transformar la sociedad y esto es el fruto de mi deber ser, en este caso el voluntariado.

¿Cómo es el voluntariado que llevas a cabo en el Programa de Acogida Temporal y Atención Integral a personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional?

Es un acto recíproco, así como yo ofrezco mi tiempo, mis servicios y todo lo demás. Las personas sin saberlo me ayudan el doble regalándome su tiempo, sus conocimientos, sus vivencias, su confianza, sus alegrías y a veces sus tristezas así que para mí es expandir mi mundo y conocimiento. Es enriquecedor aprender de tantas culturas diferentes, tantas costumbres, idiomas, religiones, comidas. Como en “Tomate un té”, me parece grandioso el hecho de que las personas estén aprendiendo español en España, pero que las personas me den la oportunidad y se interesen por el español latinoamericano es satisfactorio. Significa romper barreras aceptando la diversidad, poniendo en valor tanto lo que soy y lo que somos como personas migrantes y yo como voluntaria. Es gratificante compartir un pedacito de mi país por medio de la lengua y por supuesto del voluntariado.

¿Qué aprendizajes mutuos sientes que se están produciendo?

  • Querer aprender más idiomas
  • La empatía
  • Tener disciplina y el 100% de disposición para lograr una meta pese a las diferentes circunstancias que estemos viviendo.
  • La diversidad es un concepto amplio que todas las personas deberíamos conocer, apreciar y respetar por encima de todas las cosas.
  • Valorar las “pequeñas” cosas que tengo y que me ofrece la vida todos los días.
  • Aprovechar las oportunidades, todo lo que aprenda o haga servirá para construir mi camino y quizás contribuir a más personas en su trayecto.

¿Qué le dirías a una persona que se está planteando realizar un voluntariado vinculado al cambio social?

Les hablaría sobre mi experiencia: Debo aceptar que al principio no fue para nada fácil, no tenía ni idea de cómo iba a ser mi primer voluntariado sumado en un lugar, país y ciudad totalmente desconocido para mí, ya que me sentía con muchas barreras y temores. Sin embargo empecé a buscar alternativas porque sabía que mi proceso no iba a ser fácil, ni rápido. Fue ahí cuando encontré a Movimiento por la Paz, quienes fueron mi primer contacto acá y quienes me abrieron los brazos sin importar de dónde vengo, me han apoyado demasiado. Es muy reconfortante ser parte de un movimiento tan enorme que trabaja y se dedica para y por la construcción de paz y los Derechos Humanos, que por medio de actos mínimos logran transformar muchas vidas o situaciones. y empecé a ver mi situación de migrante no como una barrera o limitación sino una oportunidad para ser voluntaria y poder conectar con muchas personas. Un cambio social requiere de mucha paciencia y amor, quizás suena un poco utópico, pero es lo que he aprendido durante mi trayecto siendo voluntaria. No hay nada más satisfactorio para una que ver cómo las personas quieren sacar lo mejor de sí mismas y salen adelante cada día con ayuda de todos, contagiando esas ganas y fortaleza a cada persona de su entorno hasta que van formando una cadena para generar un cambio social.

¿Qué es para ti una sociedad de acogida?

Es una sociedad que respeta, abraza y ayuda a todas las personas sin importar su idioma, su raza, su procedencia, su físico entre otras fortalezas que nos hacen diferentes y únicos.

¿Qué podemos aportar cada una de nosotras?

En este tiempo de ser voluntaria y también migrante quiero servir por lo conocido y los desconocido de mis vivencias y las de cada persona, saber que puedo ayudar tanto o más como me han ayudado a mí aportando mi tiempo, mi confianza, mi ser, mi empatía, mi compañerismo, mis saberes y sobre todo mi disposición. En el voluntariado que apoyó realmente las cosas materiales no tienen mayor peso, dejan de ser significantes a la hora de estar con las personas ya sea por unas horas o minutos.