"Las mujeres en Mali están tomando su lugar en la sociedad"
Assitan Ep.Makadji, responsable económica del Movimiento por la Paz -MPDL- en Mali, ha viajado desde Bamako a Madrid para participar en un encuentro con el equipo de Acción Internacional. En este espacio de intercambio, ha compartido su experiencia y reflexiones sobre la situación de las mujeres en su país y el papel de la entidad en la promoción de sus derechos.
“Las mujeres en Mali han avanzado, pero aún enfrentamos grandes desafíos” Makadji trabaja como gerente económica y forma parte de iniciativas que buscan facilitar y acompañar los procesos de empoderamiento de las mujeres en su país. Para ella, la garantía de los derechos de la mitad de la población está ligada a diferentes factores entre los que se encuentran la alfabetización o la independencia económica. Según explica, aunque ha habido avances en aspectos como la autonomía y el acceso a puestos de responsabilidad, las desigualdades de género siguen estando muy presentes, sobre todo en zonas rurales. "Si comparamos con años atrás, podemos decir que hemos avanzado, pero las mujeres en Mali todavía tienen muchas dificultades para acceder a la educación y al empleo. En muchas comunidades, siguen dependiendo económicamente de sus maridos o familias, lo que limita su independencia y su capacidad de tomar decisiones sobre su vida", señala. Reconoce que estas dificultades se ven agravadas en las zonas rurales: "Especialmente a nivel de aldea, todavía hay problemas con el empoderamiento económico". Explica que muchas mujeres son excluidas de la toma de decisiones importantes en sus hogares: "En la cultura maliense, es el hombre quien siempre es considerado el jefe de familia, por lo que las decisiones siempre giran en torno a él". Movimiento por la Paz en Mali El Movimiento por la Paz lleva trabajando en Mali desde 2007. Según Makadji, "casi todos los proyectos se centran en jóvenes y mujeres", con iniciativas en diversas áreas. "Apoyamos a las mujeres en las zonas rurales donde se trabaja en labores agrícolas, en actividades generadoras de ingresos y en la promoción de la Cultura de Paz", explica. También destaca su labor en la lucha contra la violencia de género, en especial contra la mutilación genital femenina (MGF): "El Movimiento por la Paz ha realizado una gran labor de sensibilización, formación y lucha, y ha conseguido que en algunos pueblos se abandonen prácticas nocivas". Uno de los pilares del trabajo del Movimiento por la Paz en Mali es respaldar los esfuerzos por alcanzar la independencia económica de las mujeres: "Si una mujer ya es independiente, eso permite que niñas y niños se beneficien de sus acciones y que toda la familia progrese". Diferencias y aprendizajes entre Mali y España Durante su estancia en Madrid, Makadji ha podido intercambiar experiencias con mujeres españolas. Para ella, estos espacios son esenciales para fortalecer las redes de apoyo y aprender de otras experiencias: "Lo que me ha impresionado es darme cuenta de que hay muchas mujeres que trabajan". Observa que la independencia económica marca una gran diferencia en la vida de las mujeres en ambos países: "Esta independencia financiera juega un papel importante en la vida social”. En España, pueden tomar decisiones propias, no están atadas financieramente a nadie". En cambio, en Mali, "la mujer generalmente depende económicamente de su marido, por lo que muchas decisiones que toma están condicionadas por esta dependencia". "Animo a las mujeres del mundo a no bajar los brazos" Para Makadji, el mensaje a las mujeres de todo el mundo es claro: "No deben rendirse. Hay muchas complicaciones, ya sea en lo profesional o en la familia, porque la mujer sola maneja varias cosas al mismo tiempo. Pero las animo encarecidamente a que continúen y no bajen los brazos". Para el Movimiento por la Paz, la autonomía económica de las mujeres está directamente relacionada con el acceso a un empleo digno y bien remunerado, a la educación, a recursos financieros como créditos, a la propiedad de bienes —incluida la tierra— y a la redistribución equitativa del trabajo doméstico y de cuidados ya que la sobrecarga de estas tareas limita su participación en los distintos ámbitos de la sociedad. Para lograrlo, es fundamental contar con políticas públicas que promuevan la equidad y eliminen las diversas formas de violencia que afectan su bienestar. Asimismo, apoyar sus procesos de empoderamiento y fomentar su participación en redes de apoyo fortalece su capacidad para tomar decisiones y generar ingresos de manera autónoma, promoviendo el acceso a sus derechos y una vida digna.