9 de mayo: Europa y la paz

9 de mayo: Europa y la paz

Más de siete décadas después de la fundación de la Unión Europea, un nuevo conflicto bélico impacta en el ‘viejo continente’ y se asoma a las puertas de la Unión. La guerra de Putin en Ucrania ha puesto en la encrucijada a los países de la UE en diferentes ámbitos fundamentales que es urgente abordar.


"La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan" – Robert Shuman, 9 mayo de 1950

La Unión Europea, que tiene entre sus principios fundacionales el mantenimiento de la paz, debe erigirse como la mejor aliada de la paz y como actor principal en las negociaciones de las partes. Debe continuar con los esfuerzos para parar la guerra, redoblando la actividad diplomática, ampliando la ayuda humanitaria a las personas refugiadas y su reasentamiento en los países de acogida hasta que puedan volver en paz a sus hogares. Una acogida europea a las personas refugiadas ucranianas que esperamos sirva como modelo y precedente para cualquier persona refugiada sin importar su origen ni procedencia. El proyecto europeo debe garantizar en su territorio y en los países con los que se relaciona de forma directa -más aún en los países de vecindad-, que el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario se cumplen de manera indiscutible.

No cesaremos de repetir que la paz es la única solución: el diálogo, la diplomacia, el objetivo de la paz siempre en el horizonte. El futuro de la paz en Europa pasa por la seguridad compartida para todos sus pueblos y naciones, y por el enraizamiento de la Cultura de Paz en nuestras sociedades, una y mil veces comprobado que es la única forma que permite a las personas una vida digna y pacífica. Necesitamos construir puentes de seguridad y cooperación que permitan configurar un nuevo orden de paz. Otra Europa es posible y hoy, 9 de mayo, así lo reivindicamos.