Iniciativas urbanas por la igualdad
La ciudad, como principal referente de la vida urbana y las sociedades modernas, ha sido el espacio por excelencia del intercambio de bienes y servicios, del desarrollo de múltiples dimensiones de la vida social y política y del encuentro con otros y otras. Es un lugar compartido, pero también fraccionado y depositario de múltiples desigualdades e inequidades para quienes viven en ella.
Desde el año 2017, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, hito que ha hecho que la ciudad adquiera un papel cada vez más relevante. Prueba de ello son las numerosas convenciones y foros mundiales sobre el papel que desempeñan y su inclusión en el objetivo 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para "lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles".
En este contexto, el Movimiento por la Paz - MPDL promueve el desarrollo de una Cultura de Paz que permita que las personas puedan disfrutar de sus derechos en una gran urbe, centrándose en dos grupos de riesgo: mujeres y jóvenes. Así surge el proyecto Ciudades de Paz: iniciativas urbanas en Colombia para promocionar los derechos de mujeres y jóvenes subvencionado por el Ayuntamiento de Madrid y llevado a cabo conjuntamente con dos organizaciones locales: la Asociación Manos Amigas (AMA) y la Corporación Humanas. Con esta apuesta, centrada en Cartagena de Indias y Bogotá, esperamos contribuir al proceso de debate, reflexión y construcción conjunta de soluciones y mecanismos que propicien un entorno urbano más seguro y solidario entre territorios.
¿Por qué en Colombia?
Creemos que es importante reforzar la Cultura de Paz en un país que históricamente ha sufrido el azote de la violencia, haciendo hincapié en que las fracturas sociales no desaparecerán simplemente con los Acuerdos de Paz de 2016. ¿Por qué Bogotá y Cartagena de Indias? Porque son dos de las ciudades más icónicas del país en las que se concentran alrededor de 8 millones de personas y cuentan con elementos comunes como el racismo, el sexismo y elevados índices de violencia.
El proyecto ha comenzado en febrero y tiene como objetivo trabajar con jóvenes y mujeres de los barrios más conflictivos de estas dos ciudades. Nuestra trabajo tendrá un triple enfoque: la promoción de los derechos de las mujeres, el fortalecimiento del tejido asociativo juvenil y la promoción de espacios de reflexión sobre la paz y las ciudades. Para su consecución se llevarán a cabo actividades como la creación de una escuela política y educativa para mujeres, el trabajo con jóvenes para desarrollar y fomentar la Cultura de Paz y la realización de eventos públicos para la difusión de buenas prácticas.
Todas estas actividades repercutirán de manera directa en más de 2.800 personas, aunque esperamos que impacten en toda la ciudad ya que comunidades más unidas y barrios más seguros se traduce en una mayor calidad de vida de toda la población.