La educación nos empodera

Acto de Graduación y cierre del programa de educación en el marco del proyecto Empoderamiento integral y vida libre de violencia para mujeres campesinas del Norte de Nicaragua

En Nicaragua hay más de un millón de mujeres rurales y la mayoría de ellas vive en una situación de vulnerabilidad a todos los niveles: económico, medioambiental y social. Únicamente el 23,19% son dueñas de la tierra donde viven y producen. La educación y el empoderamiento ideológico, económico y organizativo son cruciales para acabar con la situación de vulnerabilidad.


Promover el empoderamiento integral y una vida libre de violencia para mujeres campesinas del Norte de Nicaragua es el objetivo del proyecto que llevamos a cabo con la Fundación Entre Mujeres (FEM) financiado por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha para fomentar el empoderamiento ideológico, económico y organizativo de 120 mujeres rurales. Las mujeres de las 4 comunidades del área del corredor seco en la que se concentra el grueso de la población rural del país (el 61,9%) y en las que desarrollamos nuestro trabajo, viven en condiciones de exclusión y desigualdad.

En estas zonas, la situación de la mujer es de alta vulnerabilidad, se registra un 60% de analfabetismo femenino y de mujeres que no han logrado iniciar ni concluir estudios primarios y universitarios, hay un alto número de asesinatos por violencia de género y a nivel comunitario las mujeres se encuentran solas, con grandes obstáculos para la participación ciudadana pues aún hay escasas conexiones con redes de apoyo conformadas por otras mujeres.

La educación para mujeres adultas, la formación feminista y las medidas referidas al acceso a recursos y capacitación técnica son acciones clave para posicionar a las mujeres rurales como agentes de cambio, elementos en los que se fundamenta el proyecto que estamos llevando a cabo con tres ejes transversales:

Empoderamiento ideológico: La sensibilización y medidas de apoyo (atención psicosocial y jurídica a mujeres que sufren violencia, formación y acceso al derecho a la salud sexual y reproductiva y a círculos de alfabetización) son fundamentales ante la escasa conciencia de las mujeres sobre sus propios derechos y ante la falta de indignación social frente a la violencia como máxima expresión de desigualdad.

Empoderamiento económico: La compra de tierras y el establecimiento de huertos agroecológicos y diversificados en los que las mujeres aprenden a producir sus propios alimentos a través de técnicas alternativas que les permiten generar algunos ingresos. A través de este componente se espera aliviar una de las brechas de género más comunes en el ámbito rural: la propiedad de la tierra, y paliar la alta dependencia económica y el bajo nivel de autonomía para la producción de comida sana para su propio consumo y procesamiento.

Empoderamiento organizativo: El fortalecimiento de la red de defensoras comunitarias con la integración de nuevas mujeres formadas, la conformación de comités de salud y de educación en las comunidades donde no existan otros grupos organizados, la promoción de la participación de mujeres rurales en espacios de coordinación y alianza a nivel local y nacional como ejes para hacer frente a la escasa articulación comunitaria de mujeres organizadas frente a un contexto de violencia de género a nivel local y nacional. La capacidad asociativa de mujeres en situación de vulnerabilidad es su principal recurso para enfrentar una subordinación que tiene connotaciones también colectivas.

Todas las acciones del proyecto van encaminadas a que las mujeres conozcan su acceso a derechos, bienes y servicios en condiciones de equidad. El conocimiento y la educación empoderan y hacen suyo este discurso y ejercicio reivindicativo.