"Pandemia: COVID-19", último número de la revista Tiempo de Paz
Nadie hubiera podido imaginar la pandemia COVID-19 que sacude el planeta y la crisis sanitaria, económica, social y política de alcance global que estamos viviendo. El último número de Tiempo de Paz analiza los desafíos y retos a los que nos enfrentamos en distintos ámbitos, ante esta grave situación que está cambiando la forma de entender el mundo.
Editorial de Pandemia: COVID-19 de la revista Tiempo de Paz:
Nadie hubiera podido imaginar hace un año que pudiese suceder una pandemia como el Covid-19, con una crisis sanitaria, económica, social y política de alcance global como la que estamos viviendo en el año 2020, y que va a tener grandes consecuencias, cuyo alcance todavía no podemos calibrar con exactitud. En el momento de sacar este número todavía no conocemos algunos datos, por lo que las reflexiones podrán aquilatarse en un futuro, pero sin duda estas páginas servirán para seguir luchando contra el virus y para contribuir a revisar los protocolos de actuación y reflexionar sobre las mejores políticas posibles. La situación nos ha llevado a tomar conciencia de nuestra vulnerabilidad como personas, pero también como sociedad aunque una situación de este tipo no es nueva en la historia. En el pasado ha habido otras pandemias que han afectado a pueblos enteros. Tal vez solo la denominada gripe española, de 1918, o las pestes bubónicas tuvieron efectos cuasi globales como ésta, si bien el nivel de letalidad fue muy superior entonces. La gripe española acabó con el 3-6% de la población mundial, se calcula que unos 50-100 millones de personas; la actual pandemia lleva unos 0,5 millones de fallecidos, en una población 7 veces superior aunque no ha finalizado todavía, por lo que el impacto definitivo está todavía por determinar. Las enfermedades zoonóticas no son nuevas. Como indica Pedro Gargantilla, profesor de Historia de la Medicina de la Universidad Francisco de Vitoria y médico del Hospital de El Escorial, vienen desde hace miles de años, desde la revolución neolítica, en concreto, y han tenido grandes impactos desde entonces. Por ejemplo, la viruela contribuyó a la dominación del Imperio azteca y otras más recientes como el cólera dieron lugar a los inicios de la cooperación sanitaria internacional, que se ha intensificado en tiempos recientes para luchar contra el ébola, el Mers, el Sida o el Zika. No cabe duda de que la del Covid 19 es, indica Marta Iglesias, del Movimiento por la Paz -MPDL-, una crisis global que necesita una respuesta global, en la que debe profundizarse en la cooperación y en las alianzas. También esta crisis evidencia la necesidad de fortalecer el sistema multilateral y organizaciones como la OMS. Tal vez una diferencia del Covid frente a otras pandemias previas es que la globalización ha hecho que tengamos conciencia global sobre nuestra vulnerabilidad colectiva, así como el efecto sistémico de ésta. Por ejemplo, pandemias como el Sida no han paralizado la economía y la vida del conjunto de las personas de igual manera. O en ésta se han planteado cuestiones desde el punto de vista de los medios de comunicación y la libertad de información, como analiza Jorge Alcalde, director de la revista Esquire. Estamos pues ante una pandemia que supera a todas las que hemos vivido, porque podría equipararse a otras históricas en materia sanitaria, en todo caso no tuvieron la relevancia universal de la actual. Ante un problema global la primera reacción ha sido nacionalista, de levantar las fronteras como forma de afrontar la pandemia. Y no solo por una necesidad sanitaria sino por una reacción psicológica de neoproteccionismo en una época en la que el mundo estaba en otra dirección. Esto ha hecho que estemos ante una crisis sanitaria que tiene un impacto sistémico supraestatal por lo que el marco subestatal, estatal y regional no son idóneos para afrontar todas las dimensiones de esta catástrofe global y multidimensional. Entre las diferentes caras de una crisis poliédrica en primer lugar está la sanitaria, que ha evidenciado, como analiza Alberto Infante, del Instituto Carlos III una “ceguera colectiva” que debe llevar a mejorar la OMS para que contribuya a una gobernanza sanitaria global y a recapitalizar los sistemas públicos de salud y la atención primaria, así como a priorizar el profesionalismo. Se ha evidenciado también el colapso de algunos servicios sociales, que habría que reforzar ante esta crisis también social, mediante un pacto para la reconstrucción, como propone Patrocinio de las Heras; hay que reforzar la medicina preventiva y las políticas de salud pública, según analiza también María Sainz Martín. En esa misma dirección de reforzar la sanidad, José Manuel Ramírez, de la Asociación Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, indica cuáles han sido los principales problemas y causas de la crisis de las residencias de Mayores, así como posibles medidas de solución para ellas. En todo caso, hay que avanzar en la búsqueda y perfección de los mejores tratamientos: M. Juliana Caicedo y el prestigioso inmunólogo Manuel Elkin Patarroyo escudriñan las diferentes vías de actuación emprendidas para conseguir una vacuna adecuada, que permita al organismo defenderse del virus, lo que sería la clave para superar la enfermedad. Pero junto a la dimensión sanitaria, esta crisis tiene un efecto multiplicador de pérdidas. En primer lugar, el reto psicológico y de salud mental, individual y colectiva, que supone superar un cambio tan drástico en nuestras vidas, a veces con trágicas consecuencias personales. La pandemia, analiza Isabel Gutiérrez Salegui, tiene consecuencias psicológicas derivadas de nuestra falta de preparación para la enfermedad y la muerte, del confinamiento, el duelo, la infección, y las perspectivas de futuro. Guillermo Fouce, Presidente de Psicólogos sin fronteras y víctima del Covid-19 (tuvo la desgracia de que falleciesen sus padres) reflexiona sobre cómo buscar sentido al sinsentido, en situaciones en las que ni siquiera ha podido abrazar, sonreir, mirar o despedirse del ser querido que se va. Vivimos, indica, en una sociedad que tiene fobia a la muerte. Como buen psicólogo aconseja no negar la realidad, quedarse con el recuerdo positivo, vivir y construir el duelo poco a poco, fortaleciéndose. Junto a ello la pandemia provoca también una crisis económico-política. Gómez Moreno reflexiona sobre cómo la crisis afecta a nuestras formas de vida y tiene diversos impactos. En lo político porque se debiera haber abandonado los maximalismos y las reivindicaciones extremas en favor de la unidad; en lo económico porque en España esta crisis puede suponer un remate de la anterior. La reacción a los efectos económicos es abordada por Manuel de la Rocha, director de asuntos económicos y G-20 de Moncloa que expone las medidas adoptadas por el gobierno para responder a las consecuencias económicas de las restricciones de movilidad y de la actividad, con una importante caída del PIB, un aumento del déficit y la deuda pública y una contracción de la economía mundial y del turismo. Asimismo aborda las medidas de estabilidad y de reforma que el gobierno español envió a la Comisión europea. Una crisis de esta naturaleza tendrá efectos en todos, pero sobre todo en la población más vulnerable, algunos de cuyos sectores son objeto de análisis. Así, mientras Emilio Ginés Santidrián, del Consejo de la Revista y experto en Derecho internacional de Naciones Unidas, estudia la situación de las personas en prisión y de los derechos humanos en tiempos del Covid, Sarr Ousman, del Movimiento por la Paz -MPDL-, analiza cómo afecta la pandemia a la población migrante en España. La recuperación de España solo puede hacerse adecuadamente en un plano europeo e internacional, dada la dimensión internacional. La respuesta europea, analizada por Francisco Aldecoa, antiguo director de esta revista y Presidente del Movimiento Europeo está siendo muy positiva, una vez superados unos primeros momentos de reacción nacionalista. Este es el sentido del apoyo del Banco Central europeo, en marzo, para dar liquidez a los Estados, de la posición del Parlamento Europeo, en abril, o del plan de la comisión, en mayo, para un plan de recuperación, con un monto de 750.000 millones de euros. Haciendo de la necesidad virtud esta crisis puede fortalecer la integración y el liderazgo de Europa en el mundo. Queremos agradecer especialmente a la doctora María Sainz Martín su labor como coordinadora del número, encargo que aceptó en los momentos más difíciles, cuando ella estaba ya sobrecargada de trabajo en su tarea como profesional de prevención sanitaria, demandada por múltiples instancias públicas para realizar esa tarea. Por último, decir que hay que confiar en que ante situaciones críticas la sociedad acuda a valores solidarios y colectivos que nos permitan superar juntos los problemas, creciendo como sociedad.Número 137 de la revista Tiempo de Paz "Pandemia: COVID-19".
Etiquetas: