Son ya 100 millones de personas desplazadas forzosas en el mundo que han abandonado sus hogares a causa de las violencias, la inseguridad alimentaria o la crisis climática, la cifra más alta desde que se tienen registros. En el Día Mundial de las Personas Refugiadas reivindicamos el derecho de asilo como un derecho inherente a todos los seres humanos.
La guerra en Ucrania ha puesto de nuevo el foco mediático en las personas que tienen que abandonar sus hogares y buscar refugio. La guerra es una de las causas de las personas refugiadas o desplazadas internas para abandonar sus hogares, pero son muchas otras las que también provocan la huida de millones de personas en todo el mundo. No podemos olvidar que este año se ha superado la cifra de 100 millones de personas desplazadas forzosassegún indica la Agencia de la ONU para las Personas Refugiadas (ACNUR).
Las personas refugiadas en otro país y desplazadas internas forzosas en su propio país de residencia son personas que viven situaciones de extrema inseguridad, incertidumbre y vulnerabilidad; tienen que huir de sus hogares y se enfrentan a unas condiciones de vida indignas, temiendo por sus vidas y viendo vulnerados los derechos de los que son titulares tal y como recogen los Tratados de Derecho Internacional y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por eso, un día como hoy, Día Mundial de las Personas Refugiadas, reivindicamos el derecho de asilo en su plena aplicación, con igualdad de derechos y de oportunidades para todas las personas solicitantes de protección internacional sin distinción. Sin la plena aplicación del derecho de asilo es imposible garantizar una vida digna para todas las personas. Y ante 100 millones de personas huyendo de sus hogares, el mundo no puede mirar hacia otro lado.
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Las personas refugiadas y desplazadas internas son un colectivo al que el Movimiento por la Paz -MPDL- presta una especial atención desde hace más de 40 años en España y a nivel internacional.
