Entrevista a Lidia Carnicero Movimiento por la Paz

“Tenemos que ponernos en los zapatos de las personas migrantes, entenderles, entender los motivos por los que salen, empatizar con ellas y no estereotipar ni ponerles etiquetas”

Hablamos con Lidia Carnicero, responsable del programa de Acogida Humanitaria en el Movimiento por la Paz –MPDL- en Madrid.


El programa de Acogida Humanitaria cubre necesidades básicas, alojamiento y manutención de personas migrantes en situación de vulnerabilidad, y de forma individual elabora un itinerario de inserción para fomentar su autonomía en la sociedad de acogida. El objetivo es que puedan crear sus propias redes en las que apoyarse cuando termine su estancia.

¿De qué hablamos cuando hablamos de programas de acogida?

Los programas de acogida de las personas migrantes en situación de vulnerabilidad dan respuesta a las necesidades de las que parten estas personas. Es importante contemplar todas las necesidades y hacer una buena intervención. Si se contemplan todas las necesidades y se hace una buena intervención, evitamos muchos problemas posteriores. Cuando hablamos de inmigración, en nuestro caso, no hablamos de personas que salen de sus países por un sueño que no se puede cumplir. Hablamos de personas que buscan una esperanza, esperanza que no tienen en su país. Nadie se sube en una embarcación sin saber si va a llegar o no a destino.

¿Consideras que hay desconocimiento por parte de la opinión pública sobre lo que implica este proceso migratorio de las personas con las que trabajamos en el Programa de Acogida?

Sí, tenemos que ponernos en los zapatos de las personas migrantes, tenemos que entenderlos, entender los motivos por los que salen, empatizar con ellas y no estereotipar ni ponerles etiquetas. A menudo hablamos de muertos en el Mediterráneo, sale en las noticias. Y pensamos que la gente sale ¿por qué? ¿por qué iba una persona a abandonar su casa? ¿quién abandona su país para enfrentarse a una situación de desconocimiento de los patrones culturales, del idioma, de saber si le van a dar una buena acogida o no…? Y, sobre todo, no saber si va a llegar o no, que es la mayor de las dificultades.

El panorama mediático está convulso y los discursos de odio cada vez ocupan más espacio ¿de dónde crees que vienen y por qué se están dando?

Pues porque esas personas tienen miedo. Personalmente creo que ciertas personas tienen miedo porque no son capaces ni de entender ni de conocer. Si conocieran a las personas que están llegando o hicieran un esfuerzo pequeñito por saber qué nos aportan, posiblemente ese discurso se desvanecería. Pero es muy fácil acusar, criminalizar, etiquetar, señalar, cuando realmente ni siquiera saben ni de dónde vienen, ni quiénes son, ni qué nos pueden aportar.

¿Y cómo ves el presente y futuro de España y de Europa en términos de integración de personas migrantes? ¿Se están haciendo las cosas bien?

La inmigración es algo para lo que ningún país pone realmente todas las cartas encima de la mesa para poder mejorar. Nos dan pinceladas, nos dan algún toque, pero ningún país lo está haciendo bien. Porque si no, tendríamos respuestas y estas personas dejarían de morir, o dejarían de viajar… Y las personas sigue buscando esperanza. Da igual la ruta, la ruta de Canarias, la ruta de Ceuta, la ruta de... Ningún país lo está haciendo bien. Y capacidad hay, ¿no? ¿Qué número de personas migrantes está llegando? Hablan 500 personas, 1.000 personas… pero, ¿eso qué significa para una sociedad acogedora? ¿qué significa para Europa?