La UE aplaza el reglamento contra la deforestación: un duro revés para la protección ambiental y climática
El Movimiento por la Paz -MPDL- se suma a 225 organizaciones de la sociedad civil en su llamado a la UE para rechazar el aplazamiento del reglamento Reglamento Europeo sobre productos libres de deforestación (EUDR), vital para proteger los bosques y los derechos humanos.
La semana pasada, el Movimiento por la Paz se sumó a la declaración de 225 organizaciones de la sociedad civil de más de 40 países que instaban a la Unión Europea a no retrasar la aplicación del Reglamento Europeo sobre productos libres de deforestación (EUDR). Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la Comisión Europea ha aprobado un aplazamiento de 12 meses, lo que ha generado gran preocupación entre quienes luchan por la conservación del medio ambiente y la justicia climática.
El EUDR, una pieza clave del Pacto Verde Europeo, busca frenar la deforestación impulsada por el consumo de productos como el cacao, la soja o el aceite de palma, cuya producción está vinculada a la destrucción masiva de bosques. Con este retraso, se estima que continuarán los graves impactos ambientales: la pérdida de 2.300 km² de bosques y la emisión de 49 millones de toneladas de CO₂. Esto supone un gran revés en la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, en un momento crítico para tomar acciones decisivas.
Este aplazamiento se suma a otros retrocesos en normativas ambientales, como la protección del lobo, el rechazo al Reglamento de Uso Sostenible de Plaguicidas y la falta de avances en el Reglamento de Restauración de la Naturaleza. Estas decisiones ponen en entredicho el compromiso de la UE con la sostenibilidad y envían una señal peligrosa a nivel global. Además, generan incertidumbre para muchas empresas y pequeñas explotaciones agrícolas, así como para las personas que se dedican a la agricultura a pequeña escala, que ya habían invertido en adaptarse al reglamento.
Para organizaciones como el Movimiento por la Paz, este aplazamiento es especialmente preocupante, pues compromete tanto la protección de los ecosistemas como el bienestar de las comunidades más vulnerables. En los territorios donde operamos, trabajamos para fomentar un enfoque de paz ambientalmente sostenible que promueve la resiliencia de los ecosistemas y el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles. A través de programas de capacitación y apoyo a iniciativas locales, nuestro compromiso con una transición justa busca garantizar que las comunidades se beneficien de un desarrollo que no solo respete el medio ambiente, sino que también fortalezca los derechos y las condiciones de vida de sus habitantes.
La naturaleza no puede esperar más: su protección es vital para garantizar un futuro sostenible para todas las personas.
Consulta el manifiesto aquí: Manifiesto contra el retraso del EUDR.