Eliminar la división del ‘otro’ y promover la Cultura de Paz resulta fundamental para la construcción de sociedades acogedoras y plurales, donde vivamos y convivamos en comunidad.
Las violaciones de Derechos Humanos aumentan en gran parte del planeta. La COVID-19, su impacto sanitario, económico y social, y el incremento de las violencias por parte de distintos actores en este marco no hacen sino recordarnos la urgente necesidad de defender con todas nuestras fuerzas la vida, la dignidad y los derechos de las personas.
Hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, seguimos alzando la voz contra cualquier tipo de violencia que se ejerce hacia las mujeres por el mero hecho de serlo. Un año más, reivindicamos la necesidad de continuar la lucha por la desaparición de las agresiones que atraviesan todos los ámbitos de nuestras vidas. Es urgente y necesario. Nosotras somos la mitad del planeta y nuestras voces no se callarán.
Un 15 de noviembre de 1981 se celebraba en Madrid la manifestación "Por la paz, el desarme y la libertad" convocada por más de 200 organizaciones y asociaciones. Más de cuatro horas por las calles de la capital española y más de 250.000 personas en una concentración símbolo de la lucha por la paz tras 40 años de oscuridad y dictadura, más aún tras el intento de golpe de Estado de ese año. Una concentración pacifista por el desarme mundial, frente a la militarización y al ingreso de España en la OTAN.
Veinte años después se vuelve a la casilla de salida, pero con miles de vidas destruidas, y numerosas esperanzas arruinadas, todo este tiempo ¿para qué ha servido? ¿Qué se ha conseguido? Lo que es una realidad es que la actuación de Occidente en Afganistán no ha supuesto la consolidación de este país como una democracia.
La repatriación de los y las menores que están acogidos en Ceuta suponen una transgresión de los requisitos legales establecidos y una vulneración de los Derechos Humanos.
Desde el Movimiento por la Paz -MPDL- lamentamos profundamente el hallazgo del cuerpo sin vida de Olivia, desaparecida junto a su hermana Anna el 27 de abril en Tenerife, después de que su padre no las devolviera a su madre y la amenazara de que no las iba a volver a ver. Este caso pone de manifiesto, una vez más, que las medidas que se están aplicando para garantizar la protección de la infancia y de las mujeres víctimas de violencia de género no son suficientes.
Desde la Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ) mostramos nuestra profunda preocupación ante la escalada de persecución, violencia y asesinatos de personas en Colombia.
Organizaciones internacionales de sociedad Civil urgen al Gobierno de Colombia a garantizar el ejercicio pacífico del derecho legítimo, a la reunión y manifestación pública, consagrado en la Constitución Política de Colombia y a proteger la vida de quienes lo ejercen.
La ONG Movimiento por la Paz denunció ayer ante la Fiscalía Provincial de Madrid, Sección de Delitos de Odio y Discriminación, un cartel publicitario parte de la campaña para las elecciones en la Comunidad de Madrid presentado el pasado martes.